El SEO on page es como afinar una guitarra antes de subirte al escenario… Si no la ajustas bien, da igual lo bien que toques: vas a sonar como una puerta chirriante. ¿Y quién quiere eso? Nadie.
Entonces, ¿qué es exactamente el SEO on page? Pues es básicamente asegurarte de que tu web no solo se vea bonita (que, seamos sinceros, eso solo lo notan cuatro personas), sino que también Google la entienda bien. Porque si el todopoderoso Google no la pilla, puedes tener la mejor web del mundo… y nadie se va a enterar.
Pero, ojo, no es solo para complacer a los robots de Google. También necesitas que cualquier persona que llegue a tu web no salga huyendo a los tres segundos porque no encuentra lo que busca (o porque tu página tarda en cargar lo que un episodio entero de tu serie favorita). Así que, aquí entre nos, afina bien tu web y ya verás cómo no solo Google te da palmaditas en la espalda, sino que la gente se queda más rato, compra más y, con suerte, hasta te recomiendan.
Y si no lo haces… bueno, pues suerte con esa afinación desastrosa. ¡A ver cuánto aguantas en el escenario!
¿Qué es el SEO on page?
A ver… El SEO on page (o SEO en la página) es básicamente todo lo que puedes hacer en tu propia web para que Google (y otros buscadores) la miren con cariño. Y cuando digo todo, es TODO. Desde meter las palabras clave en los sitios correctos, hasta asegurarte de que tu web no tarde una eternidad en cargar (porque, seamos sinceros, nadie tiene paciencia para eso, ni siquiera tú).
En pocas palabras, es lo que puedes controlar. Es hacer que tu web sea tan fácil de entender para Google como un libro de “SEO for Dummies” (y también para los usuarios, porque no todo va de los robots, ¿eh?).
Así que… si tu página no aparece ni en la última página de resultados, igual es hora de darle un empujón con esto.
Elementos claves para el SEO ON Page
Palabras Claves
Las palabras clave son el corazón del SEO. Sí, ya lo sé, suena técnico y aburrido, pero créeme, son las que hacen que tu web sea visible o termine perdida en la inmensidad de internet. Básicamente, son esos términos que la gente escribe en Google cuando necesita algo. Imagina que tienes una tienda de zapatos: obviamente, querrás que tu página salga cuando alguien busca «comprar zapatos online» o «mejores zapatos deportivos». Y ahí es donde entra el bendito keyword research (que no es más que averiguar qué busca la gente y cómo aprovecharlo).
¿Cómo usarlas sin complicarte la vida?
- Elige bien tus palabras clave: No se trata de adivinar, ¡usa herramientas! Google Keyword Planner, Ubersuggest, lo que quieras, pero busca palabras que la gente esté usando… y que no estén tan competidas que parezca una pelea de leones por un trozo de carne.
- Varía un poco, ¿no?: Repetir la misma palabra clave en todo el texto no es solo aburrido para el que te lea, sino que además Google no es tonto. Si te pasas repitiendo como loro, te castiga. Así que usa sinónimos, frases relacionadas y mantén el flujo natural. Piensa en cómo habla una persona normal, no un robot.
- Dónde meterlas: No pongas palabras clave porque sí, ubícalas estratégicamente (suena complicado, pero no lo es):
- En el título principal de la página (H1, ya sabes, ese que se ve grande).
- En los subtítulos (H2, H3… para que Google vea que tu contenido está bien estructurado y no es un caos).
- En el contenido, pero sin ser pesado, que nadie quiere leer un párrafo donde cada dos palabras dices «comprar zapatos online».
- En la URL (ese enlace que sale arriba del todo).
- En la meta descripción y las etiquetas ALT de las imágenes (sí, las imágenes también necesitan SEO, aunque parezca que no tienen nada que ver).
En resumen, las palabras clave son tu mejor amigo para el SEO ON Page… si las usas bien. Si no, son como ese colega pesado que aparece en todos lados sin que lo invites. Así que úsalas, pero con cabeza (y con humor, si puedes).
Estructura del Contenido: Títulos y Subtítulos
La estructura de una página web es como el esqueleto de un libro que realmente quieres leer. Si está mal hecha, ni los usuarios ni Google van a entender nada… y ahí es cuando empiezas a perder visitas, y lo peor, ¡clientes!
Los títulos y subtítulos (los famosos H1, H2, H3, etc.) son clave para que todo el mundo—desde tu abuela hasta Google—sepa de qué va la página. Básicamente, son como carteles que dicen: «Ey, esto es importante». Además, Google adora el orden… así que más te vale poner todo en su sitio para poder mejorar tu SEO ON Page.
Aquí van las reglas de oro, para que no te compliques:
- Solo un H1 por página. Es el jefe, el gran título, el que manda. Tiene que incluir la palabra clave principal (sí, esa que estás persiguiendo para rankear). No te enrolles: corto, claro y que diga exactamente de qué va la página.
- Subtítulos a full. Los H2, H3, etc., son los que dividen el texto para que todo sea fácil de leer y entender. Además, le chivan a Google de qué estás hablando en cada parte. Si no usas subtítulos, es como escribir un testamento sin puntos ni comas… un caos.
- No pongas títulos genéricos tipo «Introducción». ¿A quién le importa una introducción? Sé más específico, algo como «Beneficios del SEO On Page» o «Cómo usar palabras clave como un pro». La idea es que cualquiera que pase los ojos por ahí sepa de qué va la cosa sin pensar demasiado.
URLs Amigables
Mira, las URLs son mucho más importantes de lo que parecen. No es solo poner letras y números porque sí. Una URL clara y directa no solo le dice a la gente de qué va tu página antes de hacer clic, sino que también le da una idea a Google de lo que puede esperar (y ya sabes lo mucho que le gusta a Google entender todo).
Entonces, ¿cómo hacer una buena URL que mejore tu SEO ON Page? Fácil:
- Cortas y al grano: Nada de «www.misitio.com/pagina123«, que suena a caos. Mejor algo como «www.misitio.com/zapatos-deportivos«, que deja claro de qué va la cosa desde el principio.
- Incluye la palabra clave: Pero no te pongas intenso… Con una vez es suficiente. No hace falta bombardear la URL con mil palabras clave. Google lo pilla rápido.
- Evita caracteres raros: Ni tildes, ni eñes, ni símbolos raros que parecen sacados de un jeroglífico. Guiones medios para separar las palabras, y todo en minúsculas (porque las mayúsculas, para las URLs, son un drama innecesario).
Así que ya lo sabes, no subestimes el poder de una buena URL. Es como el saludo de manos virtual de tu web. ¿Qué prefieres? ¿Un apretón firme o uno blandengue? Exacto…
Metaetiquetas: Título y Meta Descripción
Las metaetiquetas son esos pequeños textos que ves cuando buscas en Google. No aparecen en la página en sí, pero son clave para el SEO on page (y para que la gente te haga caso). En resumen: le dicen a Google de qué va la página y también intentan seducir a los usuarios para que hagan clic en tu enlace. Así que, aunque parezcan poca cosa, son el gancho perfecto para atraer visitas… ¡si sabes cómo usarlas!
- Meta título (Title Tag): Es lo que ves en azulito cuando buscas algo en Google. Tiene que ser cortito (máximo 60 caracteres), meter sí o sí la palabra clave principal y, por favor, que sea atractivo… ¡Nadie va a hacer clic en algo que suena aburrido o genérico! Piensa que es como la portada de un libro: si no llama la atención, se queda en la estantería.
- Meta descripción: Esto es lo que va justo debajo del título. Un mini resumen (150-160 caracteres) que básicamente dice «Ey, entra aquí, te va a gustar». Tienes que meter la palabra clave principal de nuevo y vender lo que hay dentro de la página como si fuera una oferta irresistible. Es como escribir un anuncio rapidito: cuanto más atractivo y claro sea, más clics.
Así que, ya sabes, si clavas estas dos cosas, no solo Google te va a querer más… sino que tus usuarios también van a estar picando en tu enlace antes de que te des cuenta. Y si no lo haces… bueno, siempre puedes esperar a que el tráfico caiga del cielo (spoiler: no va a pasar).
Optimización de Imágenes
Vale, aquí va directo: las imágenes son una pasada para que tu contenido se vea bonito, pero ojo… pueden ser también un dolor de cabeza si no las tienes bien optimizadas. ¿Te suena eso de que tu página tarda en cargar porque la imagen pesa como si estuviera hecha de plomo? Pues eso. Y ni hablemos de cuando Google no puede «leerla» porque te saltaste lo del texto alternativo. A ver, que no es tan difícil…
Haz esto y vas a ver cómo cambia la cosa:
Texto ALT
El famoso texto ALT es como decirle a Google (y a cualquier persona que use lectores de pantalla) de qué va la imagen. Si la imagen es de unos «zapatos deportivos rojos», pon algo como “zapatos deportivos rojos Nike”. Y si puedes meter la palabra clave sin que suene forzado, mejor todavía (pero, por favor, nada de forzar la máquina, que Google no es tonto).
Comprime esas imágenes, hombre
No te pases con el tamaño, que aquí no estamos para subir archivos como si fueran fotos para imprimir en la pared de un museo. Hay herramientas como TinyPNG que las dejan ligeras sin que se vean pixeladas. ¿El formato? JPG o PNG y a correr.
Nombra bien los archivos
No subas esa imagen con nombres del tipo «IMG_1234.jpg». Te lo pido por favor. Dale un nombre decente: “zapatos-deportivos-nike.jpg”. Esto también suma puntos para tu SEO… aunque no lo creas.
En resumen: optimiza o muere (o, peor, tus visitas huyen despavoridas).
Velocidad de Carga
Vamos a ser claros: nadie —y me incluyo— espera más de 3 segundos para que cargue una página. ¡Ni de broma! Si una web tarda más que eso, adiós muy buenas, nos largamos sin mirar atrás. Y lo mismo hace todo el mundo, incluyéndome a ti. ¿Y sabes quién lo sabe mejor que tú y yo juntos? Google. Así que si tu página es lenta, estás en la cuerda floja, porque Google va a posicionarte allá donde nadie te vea… como los calcetines que se pierden en la lavadora.

¿Solución? Fácil, pero no mágica:
- Optimiza las imágenes: Ya lo dijimos, pero repito por si alguien se lo saltó. Imágenes enormes = web lenta. Comprime, ajusta, y deja de castigar a tus usuarios con tiempos de carga eternos.
- Minimiza los plugins: Si usas WordPress, que ya sabemos que muchos lo hacéis, revisa esos plugins que tienes ahí acumulando polvo. Pregúntate: ¿De verdad los necesitas todos? Spoiler: no. Menos plugins = más velocidad.
- Usa un hosting decente: Y por favor, deja de contratar el hosting más barato pensando que te estás haciendo un favor. Un servidor rápido es como tener un coche deportivo: te lleva más rápido a donde quieres. Así que invierte en un buen hosting, uno que no te deje tirado a mitad de camino.
Y ya está, no hay más misterio. ¿Te fastidia? A mí también, pero así funcionan las cosas en internet.
Enlazado Interno
Mira, el enlazado interno es básicamente hacer que las páginas de tu web se den la mano entre ellas. ¿Para qué? Para que Google sepa quién manda en tu sitio (y para que tus usuarios no se pierdan en el camino, claro). Es como una red de autopistas que conecta todo… pero sin los atascos.
Ahora, ¿cómo hacerlo bien sin volverse loco? Aquí van un par de truquillos:
- Usa texto ancla descriptivo (olvídate del clásico «haz clic aquí» que no le sirve a nadie). Mejor algo como «aprende más sobre los beneficios del SEO on page» y así Google entiende de qué va el rollo.
- Reparte la autoridad: Si tienes una página que es la joya de la corona, enlázala desde otras para que suba como la espuma. Esto no es democracia, aquí las páginas importantes tienen que destacar (y Google te lo va a agradecer).
Ya está… sencillo, pero potente.
Contenido de Calidad
Vamos al grano: el contenido lo es todo. Da igual lo que te cuenten por ahí, lo que realmente le interesa a Google es que tengas algo que valga la pena. Así de simple.
Si lo que tienes en tu página es útil de verdad (nada de relleno barato o palabrería vacía), no solo vas a subir posiciones como la espuma, sino que además la gente va a quedarse más tiempo, van a regresar (porque les gustó lo que encontraron) y, lo mejor de todo, ¡hasta podrían compartirlo! Y Google, que de tonto no tiene un pelo, se da cuenta de esto. Le llama «satisfacción de la intención de búsqueda» (sí, ya sé, un nombre muy técnico y pomposo, pero básicamente significa que das en el clavo con lo que la gente busca).
Así que, si quieres que tu web suba como un cohete y que la gente no salga huyendo, deja de preocuparte tanto por trucos raros de SEO… y empieza a crear contenido que, de verdad, aporte algo útil. ¿A que no parece tan complicado? Pues no lo es.
Ah, y si esto te suena a demasiado trabajo, siempre puedes llamarme y lo hacemos fácil.
Optimización para Dispositivos Móviles
Te lo digo claro: si tu web no está optimizada para móviles, Google te va a ignorar (como cuando no respondes un WhatsApp incómodo). Esto del «Mobile-First Indexing» no es una moda pasajera… es la regla del juego. Google mira primero cómo se ve tu web en el móvil y luego decide si te manda tráfico o te deja en el rincón de los castigados. Así que, si no quieres perder un montón de visitas gratis, ponle cariño a la versión móvil.
Algunos consejillos para que tu web no se vea como un dinosaurio en el móvil:
- Diseño responsive: No te la juegues. Tu web tiene que verse bien hasta en un microondas si hace falta. Que si móvil, que si tablet, que si la tele del salón… lo que sea.
- Velocidad de carga: Nadie tiene tiempo para webs lentas, sobre todo en el móvil. ¿Sabes esa sensación de abrir una página y que tarde más en cargar que una peli antigua de internet? Pues eso, al primer segundo de espera, te cierran la pestaña. Usa Google PageSpeed Insights (no te asustes con el nombre, es solo una herramienta) y mira qué puedes mejorar.
- Usabilidad móvil: Aquí menos es más. Si los botones parecen hechos para hormigas o el texto hay que leerlo con lupa, estás haciendo todo mal. Haz que los botones sean tocables sin esfuerzo (y sin maldecir) y que la navegación sea tan simple que hasta tu abuela la entienda.
Vamos, que no necesitas reinventar la rueda… solo asegúrate de que tu web funcione como debe en el móvil. ¿No te parece razonable?
SEO Local
(Solo si te interesa que te encuentren cerca)
A ver, si tu negocio depende de que la gente te encuentre en una zona concreta, el SEO local es obligatorio (y te lo digo así, sin rodeos, porque te conviene escucharlo). No es cuestión de “ay, qué bien suena eso”, es cuestión de que funcione y te llene la tienda o el consultorio o lo que sea que tengas. Vamos a lo que importa…
Lo que tienes que hacer en SEO local:
1. NAP, que no es echarte una siesta: Pon en todas tus páginas el nombre de tu negocio, dirección y teléfono (y en texto, no imágenes. Que Google no es adivino). Hazlo visible y fácil de leer, para que quien busque, te encuentre… Y también los robots de Google, que trabajan mientras tú duermes.
2. Páginas para cada localización: Si tienes más de una ubicación (y te voy diciendo ya que lo hagas si puedes), no te líes haciendo una página genérica. Crea una para cada sitio, optimizada para la zona (¡más específico, mejor!). A la gente de Toledo no le importa mucho lo que pase en Madrid, así que dale lo que busca.
3. Esquema de marcado local: Esto es como hablarle a Google en su idioma para que entienda exactamente dónde estás y qué haces. Ayúdale a hacer su trabajo y puede que hasta te saque en los famosos ‘rich snippets’… que, por si no te queda claro, son como la primera fila en un concierto (donde te ven todos).
Datos estructurados (Schema Markup)
Mira, los datos estructurados son como esos trucos que te sabes y no le cuentas a nadie (pero que deberías). Es básicamente un trozo de código que le dice a Google qué tiene que ver en tu página… aunque la gente no lo vea, Google sí. Y cuando le pones las cosas fáciles a Google, este te premia con cositas bonitas como estrellas de reseñas, horarios, precios… En resumen, esos “resultados molones” que aparecen en las búsquedas y hacen que tu página se vea más chula que la de al lado.

¿Por qué deberías usarlos?
- Mayor visibilidad en SERPs: Con esos resultados guapos, tipo estrellas o reseñas, consigues que más gente pinche en tu página. Y claro, más clics, más visitas, más posibilidades de que te compren o se suscriban (o lo que sea que quieras que hagan).
- Google se hace tu colega: Le das la info que necesita de manera clarita (y ya sabes que a Google le gusta que se lo des masticado), así que va a entender mejor si vendes zapatos, das clases de yoga o tienes una receta de brownies sin gluten. Y si Google te entiende bien, tus clientes te encuentran mejor.
Herramientas para Auditar el SEO On Page
Si estás pensando en mejorar el SEO on page de tu web, lo primero que necesitas es saber si lo estás haciendo bien. Y para eso, no hay nada mejor que una buena auditoría de SEO On Page. Aquí te dejo unas herramientas que te van a salvar el pellejo (o al menos, evitar que sigas a ciegas):
Google Search Console
Esto es como tu espejo retrovisor: si Google no está viendo tu web como debería, te vas a estrellar. Con esta herramienta puedes saber si tus páginas están bien indexadas y qué búsquedas están trayendo tráfico. Básicamente, te dice si estás haciendo las cosas bien… o si necesitas espabilar.

Google PageSpeed Insights
¿Tu web tarda más en cargar que un Windows 95? Pues aquí tienes la solución. Esta herramienta te da un informe de velocidad (en ordenadores y móviles) y te dice qué deberías mejorar. A nadie le gusta esperar, y mucho menos a Google.
Screaming Frog
Es como mandar a un detective privado a tu web: rastrea todo (URLs, metaetiquetas, errores técnicos) y te dice dónde están los problemas. Si tu SEO on page tiene agujeros, Screaming Frog te los va a señalar con el dedo.
Rank Math (para WordPress)
Si usas WordPress y aún no conoces Rank Math, te estás perdiendo la fiesta. Este plugin es como tener un mini asesor de SEO on page en tu web: te dice si tus palabras clave están bien (o mal) puestas, te ayuda con los títulos, las meta descripciones, y más. Es casi como hacer trampa… pero sin que te pillen.

Usa estas herramientas y no sigas a ciegas. Y oye, si no las usas… bueno, luego no te sorprendas cuando no te encuentren ni buscando tu propio nombre en Google.
La experiencia de usuario (UX)
Te lo digo claro: a Google le importa cada vez más que tu web no sea un laberinto. Si a la gente le gusta estar en tu página, navega sin querer tirarse de los pelos y encuentra lo que busca sin esfuerzo, Google te premia con mejor posición. Así de simple.
Aquí van los puntos clave para que tu SEO on page no haga agua por todos lados:
1. Tiempo de permanencia
Cuanto más rato se quede alguien en tu página, mejor para ti. Google lo toma como señal de que tu web tiene chicha. ¿Cómo logras esto? Dale a la gente algo que le interese de verdad, no pongas paja, que eso aburre. Si tu contenido es útil, engancha y resuelve problemas, estarán más tiempo contigo.
2. Porcentaje de rebote
Si la gente sale de tu web más rápido que un viernes a las 6 de la tarde, mal asunto. Eso le dice a Google que tu página es un fracaso. ¿La solución? Hazla más fácil, organiza bien el contenido y deja de poner florituras que no aportan nada. Si das lo que prometes, el rebote se va por donde vino.
3. Diseño atractivo y fácil de usar
Esto es de cajón: si la gente tiene que adivinar dónde está lo que busca, apaga y vámonos. Tu web debe ser fácil de navegar (sin ser un rompecabezas) y el diseño tiene que entrar por los ojos. Si haces que el usuario pase más tiempo preguntándose “¿dónde está esto?” que leyendo tu contenido, olvídate de que vuelva.

Core Web Vitals
Mira, esto de los Core Web Vitals parece un rollo técnico de esos que te dan ganas de echar una siesta… pero es más importante de lo que piensas, sobre todo si quieres que tu web deje de ser invisible para Google. Así que, nada de dormirse, que te lo explico en cristiano.
Largest Contentful Paint (LCP)
¿Qué es esto? Básicamente, es lo que tarda en aparecer lo más gordo de tu página. ¿Y por qué importa? Porque si le haces esperar a alguien más de 2.5 segundos para que vea lo principal, se va a pirar más rápido que tú cuando te llaman de un número desconocido.
First Input Delay (FID)
Aquí la cosa es: ¿cuánto tiempo pasa desde que alguien intenta hacer clic en algo hasta que la página dice «¡Ah! ¡Ya puedes interactuar conmigo!»? Si tarda más de 100 milisegundos… mal rollo. Piensa en la frustración de hacer clic y que no pase nada. Nadie tiene tiempo para eso (ni paciencia, la verdad).
Cumulative Layout Shift (CLS)
Este es el típico problema de que estás a punto de hacer clic en algo… ¡y de repente se mueve! Y clicas en otra cosa. Pasa cuando los elementos de la página se mueven como locos mientras carga. Lo recomendable es que esto sea menor de 0.1, o sea, que no se mueva nada, o casi nada. Porque si no, acabas queriendo romper la pantalla… y lo entiendo.

Total, que Google ahora mide todo esto para decidir si tu página mola o no. Y si no lo tienes bien, pues nada, te deja en la lista negra del buscador… Bueno, no tan dramático, pero sí, te hundes en las profundidades del ranking. Así que si quieres que la gente llegue a tu web, y no a la del vecino, toca ponerse las pilas con estos numeritos.
Auditoría Técnica de SEO On Page
A ver, vamos al grano… ¿Sabes lo que le falta a tu web para dejar de estar tan perdida en los resultados de Google? Una buena auditoría técnica SEO on page. Es ese trabajo que parece invisible, pero que si no lo haces, vas directo a ser invisible también. Lo bueno es que no tiene que ser tan complicado (si sabes qué buscar, claro).
Primero, etiquetas canónicas. ¿Qué carajos son? Básicamente, le dices a Google: “Esta es la versión buena, las otras son copias”. Así evitas que te penalicen por contenido duplicado (y te ahorras dolores de cabeza).
Luego, el famoso archivo robots.txt. Parece un chiste, pero más de uno bloquea sin darse cuenta páginas que son importantes… y ahí vas tú, viendo cómo tus visitas caen en picado. Revisa eso antes de hacer cualquier otra cosa.
Otro que no puede faltar: el sitemap XML. Esto es como dejarle a Google un mapa del tesoro… Si tu sitio no tiene uno, es como si estuvieras escondiendo tus páginas a propósito.
Y por último, pero no menos importante: los redireccionamientos. Nada más molesto que un 404 (página rota). No solo Google te baja puntos, sino que la gente se va y no vuelve. Así que asegúrate de que todo lleve a donde tiene que ir, sin callejones sin salida.
En resumen: si quieres que tu web empiece a hacer lo que debería (que es traerte clientes), ponte las pilas con estos detalles técnicos. ¿No lo haces? Pues bien, sigue disfrutando de la tranquilidad de no tener tráfico… ¡Tú decides!